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BOLETÍN LOHMANN
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El ácaro rojo – un serio obstáculo para los productores de huevos de todo el mundo

El ácaro rojo – un serio obstáculo para los productores de huevos de todo el mundo

Entre los ectoparásitos que afectan a la avicultura, los ácaros son considerados los más dañinos.

Los dos tipos principales se llaman ácaro rojo (Dermanyssus Gallinae) y ácaro del norte (Ornithonyssus sylviarum). No obstante, es el ácaro rojo en particular (Dermanyssus Gallinae) el que ha sido identificado como el más nocivo para las gallinas ponedoras.

Dermanyssus Gallinae se puede encontrar en todo el mundo, excepto en Norteamérica, donde Ornithonyssus sylviarum tiene una distribución predominante, al igual que en Sudamérica y algunas partes de Asia.

Numerosos informes señalan la presencia de ambas especies de ácaro en varios países, incluyendo Brasil, Argentina, India y China.

El ácaro rojo (Dermanyssus Gallinae) es un parásito nocturno, es decir, que está activo por las noches, que es cuando se alimenta de la sangre de las aves. Durante el día se oculta en hendiduras, grietas y rendijas.

Este comportamiento hace que su tratamiento sea más problemático y complejo que el de otras especies de ácaro, como el del norte (Ornithonyssus sylviarum). Al contrario que el rojo, el ácaro del norte completa todo su ciclo vital en el huésped, en concreto, en las plumas y el plumón que rodean la zona de la cloaca, y no puede sobrevivir mucho tiempo fuera del anfitrión.

Por tanto, el tratamiento se debe aplicar directamente a las aves.

Estas pueden ser sometidas a diversos métodos de tratamiento, como rociado, espolvoreado o inmersión, en función del número de aves y del sistema de alojamiento.

En consecuencia, la infestación persistirá durante un tiempo significativo si no se aplica un tratamiento apropiado, aunque se hayan sacado las aves del gallinero. Es más, el largo periodo de producción de huevos les da a los ácaros muchas oportunidades de multiplicarse y originar una infestación masiva en las granjas avícolas.

En condiciones óptimas (temperaturas ambiente entre los 25 y los 30 ˚C y con una humedad relativa del 60-70 %), el ciclo vital de huevo a adulto de un ácaro rojo se puede completar en un periodo de tan solo siete días.

Los avicultores de Europa, Oriente Medio y Asia se ven especialmente perjudicados por el impacto negativo de estos ácaros. No solo sufren pérdidas en la producción, sino que también se enfrentan a daños económicos y sanitarios debidos a la infestación. Por desgracia, muchas veces se subestima la gravedad de este problema.

En Europa, las pérdidas provocadas por infestación de ácaro rojo están estimadas entre los 0,50€ y hasta los 2€ por gallina ponedora al año, en función de factores como la intensidad de la infestación, el sistema de alojamiento y los métodos de control.

La infestación de ácaros tiene varias consecuencias significativas, como:

Principales diferencias entre el ácaro del norte (Ornithonyssus sylviarum) y el ácaro rojo (Dermanyssus Gallinae)

Tratamientos contra el ácaro rojo (Dermanyssus Gallinae)

Los tratamientos para combatir el ácaro rojo se pueden clasificar en dos grupos: productos químicos convencionales y soluciones alternativas.

Tratamientos convencionales:

Los productos químicos más habituales para combatir las infestaciones de ácaros son los acaricidas sintéticos como los organofosforados, los carbamatos y los piretroides.

Sin embargo, cabe señalar que la efectividad de estos productos y el éxito de su aplicación está cada vez más en entredicho debido a diversos problemas.

Una de las preocupaciones principales es el desarrollo de resistencia a los acaricidas entre las poblaciones de ácaros, lo cual es un problema desde hace varios años.

Este desarrollo de resistencia puede hacer que los tratamientos se vuelvan prácticamente ineficaces. El uso de dosis más elevadas también conlleva riesgos para la salud tanto de las aves como de los consumidores, ya que puede dar lugar a la presencia de residuos en los huevos y la carne.

Es más, los continuos cambios en la legislación de los diferentes países y el número limitado de productos con licencia específica para el control del ácaro rojo hacen que la situación sea aún más complicada para los ganaderos que intentan gestionar esta plaga.

En los últimos años ha habido notables avances en la efectividad de los productos que contienen compuestos químicos como la isoxazolina a la hora de combatir el ácaro rojo. No obstante, un inconveniente es su alto coste y la necesidad de repetir el tratamiento.

Tratamientos alternativos:

Con el fin de abordar los problemas mencionados y salvar las dificultades asociadas a los productos químicos y acaricidas tradicionales para combatir el ácaro rojo de las aves, en los últimos tiempos han surgido soluciones alternativas innovadoras.

Por ejemplo, está generalmente aceptado que algunos aceites esenciales obtenidos de plantas como el ajo, el neem, el tomillo y el té poseen propiedades tóxicas contra los ácaros rojos.

Basándose en esto, se ha introducido en el mercado toda una serie de productos en forma de aditivos para el agua y el pienso.

No obstante, es vital reconocer que podría haber efectos secundarios, y hacen falta más investigaciones y conocimientos prácticos para perfeccionar estos enfoques.

Un método efectivo y habitual para combatir el ácaro rojo de las aves en Europa es aplicar productos a base de diatomita y sílice. Este tratamiento físico implica bloquear las articulaciones del exoesqueleto de quitina del ácaro, para acabar inmovilizándolo.

Además, cuando el polvo de silicato se introduce en el sistema respiratorio de los ácaros, les provoca la asfixia.

Sin embargo, para el éxito del tratamiento es crucial seleccionar el producto, mezcla, tamaño de partícula, presión y método de aplicación adecuados.

Este método no conlleva riesgos de intoxicación para las aves o los humanos, pero las partículas de polvo pueden provocar en ambos estrés y problemas de salud.

Los productos más recientes, que tienen menos tendencia a generar polvo y se adhieren de forma más eficaz a las superficies, parecen ser más eficientes y apropiados.

En los últimos tiempos, los tratamientos térmicos han ido ganando popularidad en los países europeos, ya que se sabe que las temperaturas de más de 45°C son letales para el ácaro rojo en cualquier fase de su ciclo vital, del huevo al adulto.

Este proceso implica subir la temperatura dentro de la nave avícola vacía entre ciclos de puesta consecutivos por encima de los 45°C y mantenerla así durante un periodo prolongado, por ejemplo, durante varios días.

Es crucial tener en cuenta el punto de fusión de los componentes plásticos de los equipos y llevar a cabo estos tratamientos bajo la guía de expertos y con extrema precaución.

Si se ejecuta correctamente, esta técnica tiene el potencial de conseguir un éxito total. Este depende de una combinación de factores que incluyen la intensidad y la duración de las temperaturas elevadas, así como el nivel de humedad relativa.

Recomendaciones generales

Con el fin de controlar la infestación de ácaro rojo de manera efectiva, hay estrategias básicas y sencillas que se pueden aplicar, junto con medidas de bioseguridad y prácticas de higiene.

Implantando estas recomendaciones generales podrá reducir significativamente el impacto de las infestaciones de ácaros rojos en su explotación y mantener un entorno saludable para sus aves.

Conclusión

La rápida reproducción de los ácaros y el aumento de su propagación por diferentes regiones a consecuencia del cambio climático, junto con las dificultades para encontrar métodos eficientes para controlarlos y su papel como portadores de enfermedades, recalcan la importancia de estos animales como amenaza para el sector avícola.

Por desgracia, los métodos de tratamiento de los que se dispone en la actualidad no son eficaces lo bastante para mantener bajo control una infestación de ácaro rojo en muchas explotaciones avícolas del mundo.

En consecuencia, hacen falta nuevas investigaciones y avances en los tratamientos acaricidas para poder seguir combatiendo este problema.

Existen varios métodos directos y básicos que pueden resultar muy eficientes en el manejo de las infestaciones de ácaro rojo. Sin embargo, controlar los ácaros de manera eficaz sigue siendo un obstáculo significativo a la hora de garantizar el bienestar y el rendimiento de las gallinas ponedoras.

Para monitorizar eficazmente la gravedad de las infestaciones en su explotación, utilice herramientas como trampas para ácaros adhesivas o de cartón.

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