Un huevo de primera calidad se caracteriza
por ciertos valores internos
y por la calidad de la cáscara
exterior. Eso significa que la cáscara debe
estar limpia y ser lo suficientemente fuerte
como para sobrevivir a los procedimientos
de manipulación y transporte, especialmente
durante las últimas semanas de
producción. Junto con esos criterios principales
de calidad de la cáscara y un peso
adecuado del huevo, los consumidores dan
también importancia al color de la cáscara.
El color de la cáscara del huevo varía
de manera considerable entre las distintas
razas de aves y viene determinado por los
pigmentos presentes. Esos pigmentos se
segregan desde el oviducto durante las
últimas etapas de la formación del huevo.
No existen diferencias apreciables de
calidad interna del huevo entre blancos y
morenos, claros u oscuros.
Distintos grupos de consumidores en
distintas partes del mundo, no obstante,
muestran preferencias por un determinado
color de cáscara del huevo. Esas preferencias
parecen venir definidas por los hábitos
tradicionales y culturales de cada país.
Así, por ejemplo, mientras que los consumidores
norteamericanos o mexicanos
prefieren huevos blancos casi al 100%, el
consumo de huevos morenos en los países
africanos ronda el 90%.
La situación en Europa es más o menos
similar. Muchos países europeos,
como Portugal, Gran Bretaña o Bulgaria,
consumen huevos morenos casi en un
100%. Son una excepción los países escandinavos,
en los que la demanda mayoritaria
es de huevos blancos. En otros países
europeos, como Rusia, Alemania, Holanda
o Grecia, se consumen huevos de ambos
colores.
(Figura 1)
Figura 1: European Egg Market of brown & white eggs
Hay que ser conscientes de que esas
estadísticas de los distintos países, lejos de
ser constantes, cambian con el paso del
tiempo. No obstante, sigue siendo cierto
que la proporción de huevos blancos
y morenos que se consumen en todo el
mundo es a grandes rasgos un 50:50.
(Figura 2)
Figura 2: Porcentaje estimado de huevos morenos y blancos alrededor del mundo
El mercado de los huevos en Oriente
Medio
El mercado de los huevos en países de
Oriente Medio se ha visto influido por las
distintas crisis y los desafíos surgidos desde
hace muchos años.
Los conflictos en la región, junto con
brotes de enfermedades como la gripe
aviar o la enfermedad de Newcastle, son
algunos de los principales desafíos a que
se enfrenta ese gran mercado. Los principales
contendientes en el mercado de
Oriente Medio son más o menos siempre
los mismos: Turquía, Irán, Arabia Saudita y
Paquistán. De esos países, Turquía exporta
el 30% de su producción a los países
vecinos. Casi el 80% de la producción de
Turquía corresponde a huevos morenos,
siendo el 20% restante huevos blancos.
La preferencia en cuanto a color de la
cáscara en la región muestra un patrón similar
al descrito a nivel mundial. En Irak, por
ejemplo, se consumen mayoritariamente
huevos morenos, a excepción de algunas
zonas del Norte del país donde se prefieren
los huevos blancos. En contraste, Paquistán
e Irán prefieren al 100% huevos blancos,
aunque parece que el patrón está cambiando
lentamente en lo que a Irán se refiere.
Imagen 1. El director gerente de “Toyoor Nasim Co.”, el Sr. Khorasanizadeh,
y sus hijos y directores de producción: un ejemplo real de negocio familiar
Imagen 2. Parent Stock farm compound of “Toyoor Nasim” close to city of
Isfahan
Los primeros productores de huevos
morenos en el mercado iraní
Por primera vez, la empresa Toyoor Nasim
decidió importar al mercado iraní una
manada de reproductoras de la raza LOHMANN
BROWN-LITE. Pese a las grandes
integraciones acaecidas en el negocio avícola
iraní, aún quedan algunas empresas
familiares de propiedad privada con actividad
en el sector. Toyoor Nasim es uno
de los mejores ejemplos. El Sr. Khorasanizadeh
es su propietario y director gerente,
asistido por sus hijos como directores
de producción. Su manada inició la producción
hace algunas semanas con un
rendimiento de puesta excelente, que les
ha permitido comercializar pollitas de un
día morenas de alta calidad. En consecuencia,
el mercado de los huevos iraní ya
no será al 100% blanco en un futuro próximo.
Solo el tiempo dirá en qué medida
cambian las preferencias en cuanto a color
de los huevos en ese mercado o en otros
países alrededor del mundo.
Con independencia de las preferencias,
hay algo que no cambia: lo que importa
no es el color, sino el huevo en sí.
Un huevo es un huevo, y es uno de los
alimentos más nutritivos y valiosos con
los que contamos en este planeta.
Farhad Mozafar