En este tipo de sistemas hay una serie de factores adicionales, como la accesibilidad y el movimiento dentro de los mismos, que pueden influir en el consumo de alimento y que tienen el potencial reducir de manera considerable la rentabilidad del lote y los periodos de recuperación ante los desafíos.
Desde el punto de vista nutricional, la fase de recría en sistemas alternativos tiene una doble finalidad.
A veces, cuando la cama no representa un incentivo, bien por falta de calidad (apelmazamientos, etc…) o por falta de sustrato, el “picaje” sobre la cama puede redirigirse hacia los congéneres.
Proporcionando desde el primer día de vida un pienso en harina con una adecuada distribución de partículas y niveles de energía moderados puede ayudar a mantener el interés en el área de comederos y las aves pasarán más tiempo picando sobre los mismos en comparación con un pienso en formato migaja (Gráfica #2)
Si además del formato en harina, trabajamos con energías de pienso relativamente bajas desde la semana 10 (2700kcal/kg de energía metabolizable) y mantenemos niveles moderados (2650-2750kcal/kg/ 11.1-11.5Kj/kg) durante toda la vida productiva del ave, lograremos aún más aumentar más esta “fijación” sobre el pienso que a la postre ayudará a mantener la capacidad de ingesta.La reducción del nivel energético “obligará” al ave a comer más para compensar sus necesidades energéticas para el mantenimiento y la actividad.
El hecho de trabajar con piensos con energías moderadas hará que las aves inviertan más tiempo en comer (menos g de pienso/minuto) cumpliendo, en parte, las necesidades de forrajeo. (Gráfica 3)
Este periodo de tiempo coincide con el inicio de la fase de puesta por lo que es importante seguir prestando atención al consumo de pienso durante el mismo, de este modo se asegurará un correcto inicio de puesta donde, además, el ave será capaz de mantener el desarrollo corporal.
Analicemos desde el punto de vista energético que sucede en función del consumo (Gráfica 4).
En la gráfica observamos como un ave con adecuada capacidad de ingesta (barras azules), logra mantener su ingesta de energía (kcal/ave) relativamente, en línea con sus necesidades (barras naranjas).
Por el contrario, aquellas aves con baja capacidad de ingesta (barras rojas) no conseguirán consumir sus necesidades energéticas, y aunque la producción comenzará, no lo hará sino a costa de utilizar sus reservas corporales comprometiendo seriamente la productividad del lote.
Please wait while flipbook is loading. For more related info, FAQs and issues please refer to DearFlip WordPress Flipbook Plugin Help documentation.