» Hoy no podemos predecir cuándo
será el próximo reajuste de los nuevos
estándares de productividad, pero
probablemente sea en 4-5 anos. Sin embargo,
podemos estar seguros que el trabajo
genético en LTZ continuará creando
progreso genético. «
Los estándares de productividad para todas las ponedoras
Lohmann se han mantenido sin cambios durante más de 4
años. Sin embargo, con cada generación el potencial genético
aumenta mediante la selección de los mejores como reproductores
de la próxima generación de la línea genética pura. El
progreso genético se transmite a nuestros clientes con cada generación
de abuelas y reproductoras, llegando así a la escala comercial.
Además, en los lotes de reproductoras y comerciales las mejoras en
el manejo y en las tecnologías alimentarias (por ejemplo nuevos
enzimas para alimentación) contribuyen a aumentar los niveles de
productividad. Puesto que no cambiamos nuestros estándares con
cada generación, el progreso genético y ambiental se han acumulado
durante cuatro años ya. Por lo que hemos ajustado y empezado
a utilizar unos nuevos estándares desde el final de 2015.
En 2008 se introdujeron estándares distintos para los sistemas
de producción alternativos, que seguirán actualizándose. Sin embargo
ahora, siete años después, con la experiencia adquirida de
la productividad de nuestras aves en estos sistemas de producción
alternativos, la relación de los estándares entre jaulas y sistemas
alternativos requiere una revisión.
Los cambios principales pueden resumirse en un mayor número
de huevos en todos los estándares debido a:
1.Una mejora de la persistencia y un mayor aumento en edades
más avanzadas.
2. La extensión de los estándares de jaulas de las 90 a las 95 semanas
por ciclo.
3. Los estándares en alternativas siguen basándose en ciclos de 85
semanas.
4. Los estándares en alternativas han crecido más debido a la menor
distancia entre los sistemas de alojamiento en jaulas y los sistemas
de alojamiento alternativos.
5.Una leve reducción del tamaño del huevo en los estándares en
alternativas, especialmente a edades avanzadas.
6. La ausencia de cambios en el peso vivo o el consumo de alimento.
Mejora de la persistencia
Se ha mejorado la productividad de las ponedoras, especialmente
después de las 60 semanas de edad. Esto es consecuencia de
la priorización de la persistencia de puesta con una calidad de
cáscara comercializable como objetivo de selección. El mayor número de huevos comercializables en un ciclo productivo
más largo confiere una ventaja económica al productor. El coste
de la pollita se reparte en un mayor número de huevos, por lo
que el coste de la pollita por huevo se reduce. En condiciones
de campo, más y más lotes muestran un ciclo productivo más
prolongado, por lo que la duración del ciclo productivo estándar
se ha alargado de las 90 a las 95 semanas de edad (sin muda).
En manejos alternativos todavía es más difícil mantener los lotes
tanto tiempo como en jaulas. Por lo que los estándares en sistemas
de alojamiento alternativos todavía no se han alargado. Aún
se basan en ciclos objetivo de 85 semanas de edad. Sin embargo
en el futuro, en la próxima actualización de los estándares,
también alargaremos el ciclo estándar de las alternativas hasta
edades más avanzadas.
Nuevos estándares de productividad internacionales para jaulas.
Nuevos estándares de productividad para alojamientos alternativos.
Como ejemplo, podemos ver la siguiente Tabla comparativa de
viejos estándares con nuevos para la LSL CLASSIC, en jaulas y en
sistemas de alojamiento alternativos. El número de huevos a la
semana 72 en jaulas ha aumentado en 2,6 huevos, pero para sistemas
de alojamiento alternativos el número de huevos ha aumentado
en 3,9. Como resultado, la diferencia de huevos producidos
en jaulas con los producidos en sistemas de alojamiento alternativos
se ha reducido de 7,0 a 4,3 huevos.
Tabla: Comparación de los estándares productivos de la LSL CLASSIC en jaulas y en sistemas de alojamiento alternativos a las
72 y a las 85 semanas
Cómo leer estos estándares de productividad.
Los estándares de las estirpes LTZ en jaulas y sistemas
de alojamiento alternativos se desarrollan de
forma que los objetivos no se corresponden con el
máximo al que puede llegar la gallina. El máximo
productivo sólo se conseguirá si las aves siempre
se mantienen en condiciones óptimas. Esto no es
realista en las condiciones de campo de la “vida
real”. Por lo que nuestros estándares se basan en
condiciones de campo medias, haciéndolos más
realistas y alcanzables con un manejo y condiciones
ambientales medias. El potencial genético de
las ponedoras Lohmann es mucho mayor que los
objetivos de productividad, y queda reflejado en
los 20-30 huevos de más sobre el estándar que
producen los mejores lotes. Está claro que en condiciones
climáticas moderadas, como las europeas,
es mucho más sencillo llegar a los objetivos que
con condiciones climáticas más cálidas, en las que
las aves se verán desafiadas por una mayor presión
de enfermedad y por programas de vacunación
más agresivos.
Eficiencia Alimentaria.
No ha habido ningún cambio sustancial en la ingesta
de las aves. Por lo que con aproximadamente
los mismos consumos se produce más masa de
huevo, lo que supone una mejor eficiencia. La mejor
eficiencia no se basa en una menor ingesta de
alimento, es el resultado de una mayor productividad.
La estrategia equilibrada de cruces para una
mejor eficiencia está produciendo aves con unas
ingestas flexibles y con la habilidad para comer
suficiente alimento, siempre que el espacio de comedero
y la densidad de estabulación se ajusten
a las necesidades de las aves. En los sistemas de
alojamiento alternativos las aves requieren consumir
más alimento en comparación
con las jaulas debido
a su mayor actividad,
por lo que su eficiencia alimentaria
no es tan buena.
Sin embargo, también en
los sistemas de alojamiento
alternativos la mejora
de la eficiencia alimentaria
también se ha conseguido
mediante un incremento
en la producción de masa
de huevo.
Hoy no podemos predecir exactamente cuándo
será el próximo reajuste de los estándares de
productividad, pero probablemente sea en 4–5
años. Sin embargo, podemos estar seguros que el
trabajo en LTZ continuará creando avance genético.
Con la inversión en nuevas granjas de reproductoras
(Canadá), nuevas tecnologías (selección
genómica), nuevos equipos (jaulas enriquecidas
individuales en Alemania) y el testeo continuo de
los cruces en condiciones de campo en Rusia, España
y Colombia, el futuro del progreso genético
está salvaguardado y es sostenible. El progreso
está basado no sólo en importantes caracteres
económicos como el índice de puesta y el índice
de conversión del alimento, sino también en la mejora
de la calidad de la cáscara y de la longevidad.
Después de múltiples generaciones de intensa selección,
los parámetros genéticos (heredables) todavía
muestran un claro potencial para seguir mejorándose.
Gracias al cuidadoso manejo del nivel
de consanguinidad no hay signos negativos, como
debilitación por consanguinidad o reducción de
la variabilidad. Se ha conseguido con seguridad el
límite biológico de un huevo al día durante el pico
de puesta en lotes de alto rendimiento, pero fases
de puesta más prolongadas aún pueden mejorarse
en lo que se refiere a persistencia o a calidad de la
cáscara. El periodo de testeo para las líneas puras
se ha extendido por encima de las 100 semanas
por ciclo. Una combinación de datos recogidos
de líneas puras alojadas en jaulas individuales y en
grupos familiares complementada con las mejoras
de la selección genómica seguirán canalizando el
progreso genético.
Dr. Schmutz